Cuando voy a una exposición me molesta que me deje indiferente. Me preocupa que el artista sea un comentador de sus problemas personales en relación con su entorno. Problemas que pretende explicar con un lenguaje demasiado complejo. Si eso ocurre siempre me planteo al acabar la muestra: “¿¡¡Y qué!!?”, “tanto trabajo pero… ¿¡¡para qué!!?”.
Cuando veo la obra de un artista me gusta llevarme a casa un pensamiento, si no sucede así significa que me ha dejado fría.
El pensamiento está al alcance de todo el mundo, no es comercial, no decora salones, sino que nos acompaña en los momentos de silencio.
Los grabados que aquí muestro son fruto de reflexiones en soledad. Ideas en torno a la ausencia, el vacío, la desaparición, la huella del objeto que se recorta sobre una fina capa de polvo en la estantería. Ese espacio donde la presencia del elemento que estuvo allí aun perdura.
Para trabajar he partido de fotografías de mi álbum familiar, interviniendo en ellas con dibujo para hacer desaparecer algunos de sus figuras. Creando así un espacio de ausencia pero q a su vez está lleno de presencia.
Me gustaría aclarar que con ausencia o desaparición no me estoy refiriendo a muerte, sino más bien a un sentimiento de nostalgia. El valor de un instante que jamás se volverá a repetir.
Ya no estamos aquí
y sin embargo nos resistimos a partir.
Puedes contactar personalmente con Marta Cuezva Porras
3 comentarios:
Re bien Marta!!...que grata sorpresa y que buena impresion me llevo de estos gravados....re-si!!
muchas suerte en Cordoba!!!!!!!!
sigamos en contacto killa!!
besote
si sientes nostalgia, por qué no vas a verlos?
El quinto es precioso...
Publicar un comentario